TIBURON VOMITA BRAZO HUMANO EN ACUARIO Virales

TIBURON VOMITA BRAZO HUMANO EN ACUARIO

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En el Coogee Aquarium and Swimming Bath de Sídney, Australia (1935), un tiburón tigre fue noticia al vomitar un brazo humano en el acuario.

Se trataba de un brazo izquierdo de un hombre, lleno de tatuajes, tal y como presenció la gente que acudió aquel día al acuario en 1935. 

Días antes del suceso, el hermano del propietario del acuario, salió a pescar a la playa de Coogee, Sydney, y pescó un tiburón tigre

Llevó al tiburón de cuatro metros al acuario de su hermano y una semana más tarde se anunció la gran aparición del tiburón tigre. 

Durante el espectáculo, el tiburón comenzó a realizar movimientos bruscos, a chocar contra el cristal del tanque y a nadar en círculos.

Entre una espuma rojiza y negra, el tiburón vomitó delante de la multitud un pájaro, una rata y un brazo humano tatuado.

El brazo tenía un tatuaje de dos boxeadores peleando y una cuerda amarrada en la muñeca, aunque sin signos de mordeduras de tiburón.

El acuario fue desalojado y cerrado indefinidamente, para realizar una investigación policial para explicar lo sucedido.

TIBURON VOMITA BRAZO HUMANO EN ACUARIO

A los pocos días, la policía recibió una llamada del hermano de James Smith, que era un corredor de apuestas, aficionado al boxeo, ladrón e informante de la policía.

James llevaba en paradero desconocido varias semanas y por sus tatuajes se concluyó que el brazo pertenecía al mismo.

Tras la investigación, la policía detuvo por asesinato a Patrick Brady, el hombre con el que James Smith pasó su último día de vida.

Sin embargo, Brady señaló que el culpable era Reginald Holmes, con quien Smith realizaba contrabando de drogas en los barcos del puerto.

Al ir a arrestarle, Holmes tomó una de sus lanchas huyendo de la policía, y recibió un disparo en la cabeza, aunque logró sobrevivir.

Ya en el hospital dijo que fue atacado en su casa y que confundió a la policía con unos ladrones, por eso intentó huir.

Pero antes del juicio, Holmes fue hallado sin vida con tres disparos en el cuerpo, por lo que no pudo declarar ni ser condenado.

Algunos pensaron que él mismo había contratado a un asesino a sueldo y se suicidó, pero también pudo ser que alguien no quisiera que hablara.

Debido a la ausencia del testigo principal, el caso se cerró poco después, ya que el abogado de Brady aseguró que un brazo no podía probar que cometiera el asesinato. 

Brady fue puesto en libertad sin condena y el resto del cuerpo de James Smith nunca se llegó a localizar.

Por lo que la historia del tiburón que vomitó un brazo humano quedó sin resolver, aunque para muchos Brady y Holmes fueron los culpables.